El peronismo tucumano atraviesa días de máxima tensión. El bloque oficialista cruje y se agrieta más con el paso de las horas. Las pujas internas alcanzaron niveles desproporcionados para la elección de un defensor del Pueblo. Hasta anoche, en medio de incertidumbre, llamadas y tensiones, sólo una cosa parecía clara: la sesión del lunes será a todo o nada.

En la Casa de Gobierno la indignación estalló por el comportamiento intransigente del bloque Justicialista de Todos, que dejó afuera de la terna al ombudsman saliente Fernando Said Juri Debo para impulsar en el cargo al legislador Eduardo Cobos, a pesar del pedido explícito del “Uno”. “El tranqueño quiere marcar la cancha”, deslizaron.

En la Legislatura que conduce Osvaldo Jaldo, en tanto, entienden que el gobernador Juan Manzur avanzó sobre territorio ajeno. “Cruzó la avenida Sarmiento, y ahí hay un jefe”, remarcaron en el jaldismo. Además, consideraron que esta “avanzada” sobre territorio con tonada tranqueña se ve como mucho más que un compromiso con su candidato.

Hasta anoche aseguraban que el gobernador y el vicegobernador permanecían enfadados y sin diálogo. “Pero en política nunca se sabe”, se esperanzaba un parlamentario.

Puja y “poroteo”

El sector afín al Poder Ejecutivo dijo que dará quórum el lunes, pero aseguró que se abstendrá de votar por los miembros de la terna que llegó al recinto con Cobos (favorito al cargo), el ex titular de la Caja Popular Mario Koltan y la contadora María Emilia Saab.

Por lo bajo se desató ayer una puja desde ambos bandos por los votos sobre los casilleros “grises”. El rumbo que elijan sentenciará su camino hacia 2023.

“Poroteo” no es una palabra que aparezca en el diccionario, pero es la que mejor calza al momento que atraviesa el oficialismo en la Cámara. Como en una partida de truco, ayer todo era desconfianza. Cuidando sus cartas, legisladores jaldistas y manzuristas no le quitaban los ojos al marcador y especulaban junto a sus líderes respecto al conteo que puedan lograr.

Venticinco son mejores

La Ley 6.644, que crea la Defensoría del Pueblo, precisa en su artículo tercero que el defensor será designado por resolución de la Legislatura, “con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de sus miembros”. Es decir que 26 será el número a alcanzar para unos y a evitar para otros. Cada uno de los votos del oficialismo pesará más de lo habitual, al igual que los que aporten -o resten- aliados y opositores. Son 17 voluntades -ocho de Fuerza Republicana- que hasta anoche aseguraban no tener resuelto qué harán. Algunos de los parlamentarios ajenos al oficialismo afirmaron que preferían no quedar atrapados en la interna y que resolverán su accionar en el recinto horas antes de la sesión especial, convocada para las 9.

Con problemas de salud

El líder del Partido de los Trabajadores, el jaldista Roberto Palina, ayer sufrió un percance de salud en la Cámara y tuvo que ser trasladado a un centro médico. Pares de su espacio afirmaron que se recuperó satisfactoriamente y que no tendrá inconvenientes para asistir el lunes. “Iré con el suero si hace falta”, aseguran que dijo tras recuperarse.

Quien no llegaría a la sesión es la legisladora Sandra Mendoza, esposa del intendente de Famaillá José Orellana. Ambos permanecen aislados tras confirmarse que el “Mellizo” dio positivo en covid-19. De todos modos era un enigma qué postura tomaría.

Despedida

En Balcarce primera cuadra, en tanto, el sillón de defensor del Pueblo quedó libre y a la espera de un nuevo nombre. Comentan que Juri Debo se despidió ayer del personal que lo acompañó durante sus cinco años en el cargo. Por la mañana, tan como había adelantado este diario, el ex legislador confirmó que desistió de llegar a la Justicia en su afán por seguir en el cargo.

El defensor saliente presentó el jueves una nota dirigida al vicegobernador para solicitarle que declare nulo el procedimiento de la elección de la terna que llegará al recinto por supuestas irregularidades en el proceso de selección. Horas después, tras recibir un llamado del gobernador, Juri Debo depuso su actitud.

Las horas pasan y las presiones crecen. Ninguno de los bandos deja de tirar la cuerda. El jaldismo asegura que tiene los votos necesarios para que Cobos se calce el traje de ombudsman. El manzurismo parece decidido a evitarlo. Lo único que se vislumbra con claridad es que el bloque oficialista cruje, se agrieta y quedó a un paso de romperse.

Fernández se sumará el lunes a la Cámara

En una sesión legislativa que se avizora como una de las más calientes, Juan Luis “Lucho” Fernández ocupará la carga que quedó vacante tras el pase de Sandra Tirado al Ministerio de Salud de la Nación para secundar a la ministra Carla Vizzotti

El ahora ex titular del Ministerio de Desarrollo Productivo presentó ayer la documentación en en palacio de Muñecas 950. Fuentes de la Cámara explicaron que Fernández ya se encuentra en condiciones de ocupar la banca y que no será necesario tomarle juramento dado que ya lo había hecho en 2019, al asumir tras resultar electo como legislador. Posteriormente pidió licencia para ocupar el cargo en el PE.

En el programa “Buen Día”, de LA GACETA PLAY, el funcionario reconoció que llegará una Cámara legislativa convulsionada y dividida, aunque expresó que los que tienen “el sentir peronista y de pertenencia encontrarán la forma de limar asperezas y tratar de trabajar en común porque hay muchos problemas, de todo tipo, no sólo en la provincia, sino en todo el mundo, por la pandemia”. “El peronismo genera sus propios anticuerpos”, acotó.

Sobre la interna en el oficialismo, “Lucho” reafirmó que “creía en el peronismo” y que no le gustaba que lo “encasillaran” en algún “ismo”, es decir, en el manzurismo o el jaldismo. “Soy muy leal, pero no soy obediente. Digo lo que pienso y no me escondo debajo de nada ni de nadie. Pienso que así será en la Cámara. Y si no tengo libertad, lo haré saber”, manifestó.